Vive,
de aquel banco roto,
de aquel silencioso parque,
palabras de un anciano loco.
De aquellas migas de pan que tiraba,
de aquellas palomas que se acercaban.
Vive,
de aquel niño que asustado miraba,
de aquel anciano se burlaba,
de aquel que era yo y no volverá ,
palabras de un anciano loco.
Vive,
de aquellas temblorosas manos un bastón sujetaban,
de los 20 que yo desperdiciaba,
de aquel anciano loco que se marchaba,
benditas aquellas palabras
que en mi juventud quedaron grabadas